Historia: El Nacimiento de una Leyenda, los Coches Serie 5000

Tras la creación de RENFE en 1941, se tomó una decisión urgente y trascendental: renovar el parque de coches de viajeros. Así nacieron las series metálicas 5000 y 6000, un proyecto que buscaba fabricar vehículos más ligeros, de construcción sencilla y con una gran cantidad de elementos normalizados e intercambiables. Este enfoque representó una ruptura radical con la técnica tradicional; se abandonó el bastidor rígido y la caja remachada para adoptar una estructura tubular soldada, inspirada en los avanzados diseños alemanes de 1939 pero adaptada con maestría a la industria española.

Esta innovadora estructura distribuía las cargas de manera uniforme entre el techo, las paredes y el bastidor. Se reforzaron los testeros para evitar la penetración en caso de accidente, una prioridad en la seguridad. El gálibo exterior se ajustó al máximo para garantizar la circulación por toda la red ferroviaria. Los coches contaban con plataformas amplias, dos aseos, calefacción por vapor y los fiables bogies tipo “Pennsylvania”, aligerados con suspensión de muelles y ejes de 20 toneladas. El exterior, revestido con chapa de hierro al cobre de 2 mm y ventanas embutidas, ofrecía un acabado liso y moderno. Además, el equipo eléctrico “Stone” permitía tanto el alumbrado normal como el de emergencia, completando un diseño que fue, en su momento, la cúspide de la ingeniería ferroviaria española.